Señales

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Liliana Parodi: No hay manera de competirle a la televisión abierta

Posted: 12 Apr 2015 02:41 PM PDT

Por: Adriana Balaguer
Periodista desde hace 25 años, fue la piedra fundacional del que supo ser el multimedio América, creado por el empresario Eduardo Eurnekian, donde pudo darle forma al primer canal y la primera radio de noticias de la Argentina. Parodi asegura que, tal como está hecha hoy, la televisión le resulta "antigua, aburrida", pero la defiende de la competencia de Internet y redes sociales su capacidad de generar "cercanía".

De aquel conglomerado de medios donde se inició, sólo América TV y A24 siguen bajo el mismo techo y bajo la tutela de América Multimedios, propiedad del Grupo UNO de Daniel Vila y José Luis Manzano, y del Grupo de Francisco de Narváez. "Cuando uno trabaja para una empresa privada, aun si trabajara para una de capital estatal, tiene que tener en claro que hay una autoridad, un escalafón jerárquico. Y esto hoy no está bien visto. No es moderno. De todas maneras, desde que trabajo aquí he convivido con tres directorios distintos, y siempre he podido hacer periodismo", asegura.

¿Qué lugar tenían los contenidos políticos de la televisión antes del kirchnerismo?
En mi primera juventud y mientras estudiaba periodismo, estábamos todos politizados. Por el regreso a la democracia, por Malvinas. Desde el 83, sabíamos quiénes eran nuestros diputados, senadores; conocíamos más de cerca a cada personaje. Y después, en los 90, también vivíamos de otra manera la política. De hecho, gente como Neustadt terminó su carrera en América. Hadad, Longobardi, Lanata, Pergolini, la empezaron en América. Acá nació el primer canal de noticias, que fue CVN, hoy A24. Desde este grupo se generó Radio América, que fue la primera radio periodística y sin música. Tal vez hoy haya menos programas políticos en la televisión de aire, pero no es por el kirchnerismo, sino porque tenemos más canales de noticias de lo que un país con la cantidad de habitantes que somos puede tener. Acá hay programas políticos para todos los gustos.

¿Cómo impactaron los antagonismos políticos que se plantearon durante los años kirchneristas en la televisión?
En Intratables, que es el programa político de moda, tratamos que todas las voces estén reflejadas. Eso no quita que pueda hacer cualquier cosa sin autorización del directorio. Cuando uno trabaja para una empresa privada, aun si trabajara para una de capital estatal, tiene que tener en claro que hay una autoridad, un escalafón jerárquico. Mi formación es así. Y esto hoy no está bien visto. No es moderno. De todas maneras, desde que trabajo aquí he convivido con tres directorios distintos, y siempre he podido hacer periodismo. Eso no quiere decir que todo les encante, ni que estén de acuerdo con todas las cosas que dicen nuestros periodistas o los invitados al aire. Como tampoco me ha tocado estar en una empresa donde me enfrentan con el poder de turno.

¿Cuánto pesa hoy el periodismo y cuánto el rating al elegir un tema para tratar en un programa?
Agustina Kämpfer y la polémica que genera su presencia como panelista en el programa, los demás periodistas discutiendo y peleando entre ellos o con los invitados, son todas partes de una misma cosa. Lo que creo que le asusta al periodismo serio, entre comillas, es que no acceden a la televisión todo el tiempo, entonces es más fácil escribir contra la televisión que pertenecer a ella. Después, cuando veo el debate que se genera en el programa - y ojo que también me enojo y pido que se escuchen, que hable primero uno y después el otro-, no puedo dejar de notar que todas esas formas también son parte de nosotros mismos. En las mesas de la mayoría de la gente, cuando se habla de política, en casa o entre amigos, uno tampoco pide permiso para dar su opinión. En los programas políticos de aire generamos una estructura que contiene muchos productos distintos. Y se discute y se habla de política. Que hablen todos juntos y Santiago (del Moro) tenga el arte de conducir eso sin haber salido de la entraña del periodismo sesudo me parece fantástico. Está muy bien que él sea un mero árbitro. Porque si ponés a alguien al que se le nota qué piensa sobre un tema, como pasa en otros programas, estás tomando partido. Lo que tratamos es que él sea más un administrador.

¿Por qué cree que hoy todos los políticos quieren estar en Intratables o ser entrevistados por Alejandro Fantino?
No es tan así. No todos quieren estar en Intratables, de hecho a veces les resulta un poco álgido que ocho periodistas les estén preguntando sin parar. En el caso de Alejandro, en cambio, disponen de una hora para hablar con más tiempo y más tranquilidad. Y ese formato los hace sentir más cómodos.

¿Hay lista de espera para ir?
Puede ser que hablen con las producciones. En el momento de las campañas políticas creo que, además, lo necesitan. Sin duda, ambos programas les sirven a los políticos para mostrar distintas facetas. En Intratables muestran una parte de ellos, y en la charla relajada con Fantino, otra que tampoco siempre les juega a favor. Que un político sea un gran «debatidor» o pueda salir airoso de todas las preguntas, no quiere decir que resulte ganador tras su paso por uno de estos programas. Lo que reciben las personas en su casa es la sensación de lo que ese político está diciendo. Por ahí el tipo se va del canal creyendo que estuvo fantástico porque hizo una entrevista genial o fue parte de un debate increíble, y quien lo vio en su casa no compró nada.

De los tres presidenciables con más chances de ganar según las encuestas, ¿cuál es el más televisivo?
Conducción de un programa no le daría a ninguno. Daniel Scioli es el que más años tiene de experiencia, entonces sortea más fácilmente las respuestas y tiene mejor manejo frente a las cámaras. Mauricio Macri cambió mucho: no era tan flexible a la hora de un reportaje y con los años se fue ablandando, como nos pasa a todos. Y el más joven, Sergio Massa, si bien tiene menos experiencia, es el más transparente. Se le nota el enojo, no lo disimula. A veces eso resulta, otras no. Hoy la televisión es una necesidad para la política. Lo que pasa con la TV de aire no pasa con ningún otro medio. Ni con Internet, ni con las redes sociales.

¿Por qué? ¿Qué aporta a la política la tele que no acerquen las redes sociales?
Cercanía. La tele te acerca a las masas. A las multitudes. No todo el mundo está en las redes sociales. No todos están en Twitter ni pagan un cable. La televisión abierta está al alcance de tu mano con un clic. No hay manera de competirle. En el caso de la televisión de cable o las redes te pueden robar alguna porción de la audiencia, sobre todo de los más jóvenes, porque tienen más acceso y utilizan más la tecnología, pero estamos hablando de minorías. Igual la televisión de aire tiene que trabajar para ganárselos. Como a los niños, a los que ha perdido. Lo mismo pasó un poco con los canales de noticias, que le sacaron el protagonismo a los noticieros. Hoy, cuando llegas a las ocho de la noche a ver un noticiero, querés ver un programa que ilustre la noticia que ya conocés. No más de lo mismo. Pero sin duda la tele tiene una llegada que todavía no tiene ningún otro medio. Lo importante sería que los que trabajamos en este medio logremos encontrar qué contarles a las personas, qué programarles para que las audiencias no se achiquen. No hay que asustarse. Lo mismo pasó con la radio cuando nació la tele. Se temía que se perdiera para siempre y sin embargo sobrevivió. Es cierto que si la escuchamos bastante, habla todo el día de la tele. Y de la tele de aire en general. Pero no es la única: Twitter habla de la tele, las redes hablan de la tele.

¿Qué piensa de programas como 6,7,8?
Es importante saber desde qué lugar te hablan. Eso antes no existía. Antes lo decía la radio, lo decía la tele, y hasta ahí llegaba la identificación entre el mensaje y el mensajero. Y era palabra santa. Hoy lo dice 6,7,8 y cualquier ser humano de este país sabe qué piensan en ese programa. Entonces lo mira para estar más de acuerdo con esa línea política, para enojarse, para lo que quiera. Pero no hay confusión. Sabe quién le habla. En ese sentido, me parece que 6,7,8 se adelantó. No quiere decir que me encante cuando nos maltratan o nos critican. Pero lo están diciendo ellos, y yo sé cómo piensan ellos, y está bien que lo sepa. Cada medio toma la verdad reflejada por ese medio. No es la verdad absoluta. No es la realidad completa.

¿Cree que la ley de medios realmente democratizó el sistema de comunicación pública?
Es importante que hayamos dejado de tener una ley que era de la dictadura. Creo que habría que revisar un poco algunas cuestiones. Debería reflejar el hecho de que los medios privados necesitan audiencias, un capital -una estructura audiovisual es una cosa carísima-, publicidad. Y que no hay tanto de todo esto como para generar un montón de nuevos canales de televisión o emisoras de radio o lo que fuera. No hay tanta audiencia, por la cantidad de habitantes que somos, no hay tanto capital para hacerlo, y mucho menos la torta publicitaria se va a estirar. Si hay cien canales, y no hay inversión publicitaria para conformar a todos, tampoco me parece justo que los tenga que financiar la pauta oficial. Igual es un adelanto.

Apelo a su ojo de productora televisiva. ¿Qué le dice en relación a la utilización repetida de la cadena nacional?
No es una opinión que yo deba dar. Es una opinión que me trasciende. Yo respeto. No es mi función decidir si va o no va, si estoy de acuerdo o no.

¿Pero sirve o no sirve la cámara fija a la hora de que un gobierno tenga que comunicar?
Es la forma que eligió este gobierno. Y es tan respetable como la del que nunca quiere hablar en cadena. Si nosotros somos democráticos, ¿por qué no respetamos que quieran hablar en cadena? Si no hay una ley que dice que eso no puede ser, que sea. Y si la hay, que la apliquen. No es una cuestión de gusto.

¿Cómo está nuestra televisión comparada a otras del mundo en cuanto a la programación de contenido político?
Siempre traés alguna idea nueva, pero a grandes rasgos estamos bien. En lo personal, la televisión todo el tiempo me parece antigua, aburrida. A pesar de que la televisión de aire no ha sido superada, siento que tiene unos tiempos, una lentitud? Me encantan las superproducciones norteamericanas, pero ellos pueden porque viven en el primer país del mundo, tienen audiencias inmensas, todos los entrevistados que quieren tener, los políticos del mundo, los empresarios, todo Hollywood al alcance de la mano. Hay una inversión distinta, audiencias distintas, una torta publicitaria diferente.

¿Qué tiene que tener un conductor para que lo elija?
Hay una parte de la tele que tiene que ver con cuánto logras traspasar el vidrio del aparato y llegar a la casa de la gente. Hay personas que naturalmente lo tienen. Y otras que pueden formarse en las mejores universidades del mundo y no lo alcanzan nunca. Cuando volví a la gerencia de programación del canal descubrí que podía volver a poner la impronta original, que es el vivo. Hoy las personas que conducen América pueden hablar de un papa argentino, de la muerte de Chávez, de la desaparición de una niña. Y eso no quiere decir que sean especialistas en cada cosa sobre la que exponen. Pero los atraviesa la conmoción. Alrededor están los que realmente saben. Que se animaran a hablar de todo desde este lugar no fue sencillo. Como me pasaba a mí, les daba miedo. Pero lo lograron. Ya están todos en condiciones de hablar de cualquier cosa.

En el casting de búsqueda de conductores o panelistas, ¿importa cuántos son oficialistas, cuántos opositores?
No estoy haciendo 6,7,8 al revés. No me lo pidieron. No era la necesidad de este canal. No lo queríamos hacer. Tratamos de que haya un debate amplio. Es más, cuando se arman los programas y vienen los políticos decimos "hoy no tenemos tal cosa" o "cuidado que se nos desequilibró". Porque resulta que a veces por horarios de los invitados, se te juntan dos o tres del mismo color político. Y entonces al día siguiente tratamos de compensar. Y en cuanto a los periodistas, no hay tantos dispuestos a sentarse en el panel de Intratables a debatir desde el punto de vista oficial. Lo masivo entre los periodistas es el espíritu crítico. Brancatelli es mi favorito porque siempre la liga. Quedó un poco solo en el panel. Éste es un momento en el que hemos vuelto a debatir de política y está fantástico. La política baña mi vida, mi realidad, mi trabajo, mi jubilación. Cómo no me va a importar. Hubo muchos años en que no se debatía. Queríamos que se fueran todos. Los políticos eran mala palabra. Y eso era horrible.

La dama de la producción televisiva
Reina desde la trastienda de la televisión, pero luce como si siempre estuviera lista para salir al aire. Y si la ocasión la obliga a posar ante una lente, como sucedió para este reportaje, no duda en retocar su maquillaje. Es clásica, sin estridencias. Y habla con la seguridad de quien no tiene nada que demostrar. Pocas personas tienen hoy su experiencia como productora televisiva. "La Parodi" es respetada dentro y fuera del edificio de América TV. La saludan los mozos de los bares del barrio de Palermo, donde está ubicado el canal, la reconocen camarógrafos y figuras como Jorge Rial, Santiago del Moro, Jorge Lanata, Luis Majul y medio gremio más de periodistas que la han tenido de jefa. También otras personalidades del mundo del espectáculo y ahora de la política que saben que su voz es determinante a la hora de ser invitado, o desinvitado, a cualquiera de los programas que produce. A la hora de ver televisión no puede obviar otros programas de actualidad de la competencia. Pero está más pendiente de lo que sucede en los canales extranjeros. Downton Abbey, el drama de época inglés del que habla el mundo, suele atraparla los fines de semana.

¿Complicó su carrera profesional en los medios el hecho de ser mujer?
Sí. A veces se complica en la diaria. Cuando decís algo que no conviene o no gusta, siempre aparece eso de "es mujer". Pero tampoco me importa mucho. Creo que si hubiera tenido hijos, eso sí me habría atado más para desarrollar mi carrera y sostenerla. En mi caso, todo fue a la tele. Pero a veces te la hacen pagar. Al principio, cuando estudiaba periodismo, locución, incluso cuando pasé por ciencias políticas, creía que iba a ser notera, periodista de un programa de radio. Pero cuando arranqué a trabajar en producción, empecé a pensar que para estar delante de la cámara o del micrófono tenía que tener más conocimiento. Y como crecí tanto atrás de las cámaras, me quedé. Pero hoy, que ya no me da vergüenza, quizá me animaría a conducir un ciclo de debate. Pero voy a confesar algo. Como mujer tengo que hacer un mea culpa. A la hora de elegir, me inclino más por conductores varones que por mujeres. Tenemos un país machista. Y todos escuchamos más a un varón. Las mujeres mantienen su casa, trabajan un montón. Pero todavía no podemos con ese prejuicio de la voz masculina como más autorizada.
Foto: Emiliano Lasalvia
Fuente: Diario La Nación

Piratas informáticos atacan el portal en árabe de la televisión iraní

Posted: 12 Apr 2015 02:19 PM PDT

Piratas informáticos atacaron la página web y las redes sociales de la televisión iraní en lengua árabe Al-Alam, en donde colgaron informaciones falsas referentes a la crisis en Yemen y en donde difundieron datos de contacto de periodistas de la cadena en los países de Oriente Medio.

Según informó la cadena en un comunicado, estos ataques fueron perpetrados por "piratas informáticos saudíes" y constituyen una represalia por la cobertura informativa que los periodistas iraníes están realizando en Yemen, país sometido desde hace casi 15 días a bombardeos por parte de una coalición de países árabes que buscan someter a los rebeldes hutíes que dominan gran parte del país.

Los piratas emplearon las cuentas de la cadena en las redes sociales Twitter y YouTube en las que informaron de la muerte del líder rebelde yemení Abdul-Malik al-Hutí y del hijo del antiguo presidente de Yemen Alí Saleh, aliado de los hutíes, en un bombardeo de la coalición árabe.

Además, colgaron un vídeo en las páginas de la cadena en el que alababan la política del rey Salman de Arabia Saudí.

Al-Alam es la principal cadena de noticias en árabe administrada por la corporación de la televisión pública iraní, que también dispone de los canales en inglés Press Tv y en español Hispan Tv.

Las relaciones entre Irán y Arabia Saudí, competidores por la hegemonía regional y representantes principales de dos ramas opuestas del islam, la chiíta y la suní, se han enfriado durante las últimas semanas a causa del conflicto en Yemen.

Allí, en el país más pobre de la región, las fuerzas rebeldes hutíes, chiítas, son respaldadas desde Teherán en un conflicto en el que Riad busca mantener bajo control su "patio trasero".

Desde el inicio de los bombardeos, que el Gobierno de Irán califica de criminales e ilegales, además de inútiles, la prensa local ha cargado duramente con Arabia Saudí y contra su sistema de gobierno.

Precisamente, un caso de abuso sexual contra dos adolescentes iraníes cometido en Arabia Saudí por dos policías ha sido tratado con especial virulencia por la prensa iraní y por el Parlamento del país persa, que incluso aprobó una medida orientada a pedir la suspensión del peregrinaje ritual a La Meca hasta que se castigue ese crimen.

Este caso llevó incluso a un llamado a consultas del encargado de negocios saudí en Irán y a una petición expresa del presidente Hasán Rohaní para que se esclarezca el asunto y se condene duramente a los responsables del abuso.
Fuente: Agencia EFE

Turquía conquista audiencias de América Latina

Posted: 12 Apr 2015 01:25 PM PDT

Fuente: Revista Vistazo, Ecuador

Cristina Fernández y la construcción de su personaje por cadena nacional

Posted: 12 Apr 2015 01:19 PM PDT

La autora analiza las razones por las cuales la presidenta de la Nación comunica su acción de gobierno con lenguaje informal y chistes subidos de tono. De cómo el "relato" se hace discursos
Por: Silvia Ramírez Gelbes
La cadena nacional es un recurso habitualmente usado por los gobiernos para difundir información que consideran vital para la población en su totalidad. Se trata de una comunicación oficial emitida por los canales de televisión y las emisoras de radio, realizada por el Presidente de la Nación o por algún miembro del Poder Ejecutivo (como puede ser un ministro), que provoca una interrupción en el flujo habitual de las programaciones. En el pasado, solía ser usada acorde con la ley de 1980 (Ley 20.285, art. 72), que establecía su uso básicamente ante graves emergencias o situaciones de peligro.

Hasta el gobierno de Néstor Kirchner, la cadena nacional tradicional mostraba en el cuadro de la pantalla del televisor al presidente (o a un ministro) en quietud, solo, sentado en su despacho, con algún símbolo de mando institucional, como la bandera a un lado, el respaldo del sillón de Rivadavia o la imagen del escudo nacional, y una escena colmada de notas señoriales (cuadros enormes, lámparas de estilo, pesados cortinados o fotos de familia con marcos dorados). El presidente (o el ministro) miraba de frente a la cámara, dirigiéndose al espectador e interpelándolo directamente. Cada espectador en cada casa podía sentirse como el destinatario privilegiado del mensaje, aun cuando tuviera claro que millones de compatriotas se encontraban en la misma situación.

Pero las cosas han cambiado y, como es de público conocimiento, hay una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (nuestra célebre Ley de Medios 26.522), que se ocupa de este asunto. En pocas palabras, el artículo 75 de la nueva ley trata sobre quiénes están obligados a difundir la cadena nacional, pero incluye los asuntos de trascendencia nacional al mismo nivel que las situaciones graves o excepcionales en las razones para difundirla.

Y esto no es poca cosa. Sobre todo en el sentido de clausurar las perspicacias legalistas en el empleo de la cadena. O, para decirlo de otro modo, en lo que se refiere a la legitimidad que tiene o que no tiene el Gobierno para usarla. En principio, no hay restricciones causales, más allá de las cuestiones que el Gobierno califique como trascendentales. Después discutimos el resto.

Nadie puede negar que nuestra presidenta sea innovadora en la materia. El cuadro de la pantalla del televisor en sus cadenas nacionales no la ha mostrado en el despacho y rodeada de símbolos de poder, excepción hecha de un par de casos (como cuando se presentó tras la muerte de su marido en octubre de 2010, o cuando habló del fallo contrario a la Argentina por parte de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos en junio de 2014). En general, las cadenas nacionales de Cristina Fernández escapan del escenario previo y acostumbrado para insertarse en ambientes holgados, muchas veces espacios abiertos, acompañada de su gabinete y de una audiencia presente y propicia, con la cual el espectador puede identificarse o ante la cual se siente ajeno.

Y qué decir de los temas. Si los gobiernos de la democracia anteriores al presente reservaban la cadena nacional para asuntos de gravedad (como indicaba la normativa vigente) en la certeza de que la interrupción de las programaciones dejaba en sordina el recuerdo de los comunicados de la dictadura, Cristina, incluso antes de la promulgación de la nueva Ley de Medios, optó por utilizar la cadena nacional como un espacio oficial de comunicación de novedades, en general, favorables.

Inauguraciones (alguna vez, repetidas), anuncios de planes, homenajes, todo ha servido para que nuestra presidenta se expresara frente a los cuarenta millones de argentinos. Y argentinas.
Usos y estilos. Lo más sorprendente, sin embargo, no es el cambio de escenario para armar el cuadro de la pantalla del televisor: lo más sorprendente es su estilo discursivo. Tanto el empleo de digresiones constantes y diálogos con los presentes como el uso de palabras inusitadas en boca de una Presidenta quiebran los modos habituales en mandatarios de su nivel.

Descontracturada, informal, canchera y amante del lunfardo (o del lunfardo chic, que no otra cosa es el empleo de palabras o frases sueltas en inglés), Cristina ha pasado de la creación de neologismos (como "ornapo", originario, nacional y popular) al uso de coloquialismos y al voseo casi permanente.

Así, cual un juego de inversos en que se corrige a sí misma, Cristina reemplaza los términos más formales (propios de su investidura) por formas más vernáculas (propias del habla del barrio), como en el discurso del pasado 7 de abril, cuando se dirigió a una jubilada que avalaba su argumento desde el público: "142 pesos, me dicen ahí. Vos cobrabas 142 mangos, mirá vos…".

O se anima a las alusiones sexuales. No sólo la del potencial afrodisíaco de la carne de cerdo en tiempos en que aún vivía Néstor: "Es más gratificante comerse un cerdito a la parrilla que tomar Viagra". También otras más audaces, como cuando, en una fábrica de cosméticos de Berazategui y después de interrogar a una operaria encargada de guardar los pomos en los estuches, le respondió al operario que llenaba los pomos: "O sea, le llenás el pomo a Yanina… está bueno (risa). No se dieron cuenta del chiste, un poquito subido de tono para la Presidenta, pero no importa. Dale, dale, sigamos que nadie se dio cuenta (risa). No se pongan nerviosos, chicos".

Y tampoco se priva, para criticar a ciertos sectores, de hablar de lo ilegal con la naturalidad con que deben hablar quienes están familiarizados, por ejemplo, con el negocio de la droga: "Los que tienen mucha plata tienen de la buena, no se les nota, y pontifican sobre los negros que toman paco".

Es que, sobre todo, Cristina busca construir un personaje que está en contacto con la gente. No sólo porque todo lo sabe y todo lo ve (da explicaciones hasta de los quintiles en que se divide la pobreza), sino porque se muestra como una más, y lo hace por medio de hablar como si realmente fuera (aunque no lo es) una mujer más en el país, incluso desafiando la formalidad de la apertura de sesiones del Congreso: "Porque, además, el 60% de los créditos va en pilchas: sí, no se rían, es cierto. ¡Si nos encantan las pilchas a todas! A la que está abajo y quiere comprarse una pilcha linda para el fin de semana, y a la que está un poco más arriba, que le gusta que la vean las amigas con mejor pilcha que la otra".

Usos y abusos. Como sea, la liturgia cristinera tiende a los excesos comunicacionales. En tiempos previos a la intervención quirúrgica por el hematoma subdural (lo que ella describió como una operación "en la capocha"), Cristina ya nos había acostumbrado a las cataratas de tuits con comentarios y reflexiones (sobre todo los domingos a la tarde, a la hora en que a uno le da esa nostalgia que se llevaba tan bien con Sorpresa y media, el programa de Julián Weich). Tampoco hay que olvidar el ciclo de reportajes Desde otro lugar que se emitía por entonces desde la televisión pública y que fue conducido por Hernán Brienza primero y luego por Jorge Rial. Pero estas comunicaciones son incontrastables con las de sus predecesores, porque ningún presidente anterior a Cristina tuvo cuenta en Twitter ni un programa de televisión propio.

Las que sí se pueden contrastar son las cadenas nacionales, aunque los registros sean escasos. Néstor Kirchner, por ejemplo, utilizó la cadena nacional sólo en dos casos durante los cuatro años de su mandato, al menos de acuerdo con fuentes periodísticas (ver Chequeado.com). Y hasta se puede decir que la propia Presidenta la usó con un poco más de mesura hasta 2014.

Pero el que avisa no es traidor y ella misma lo anunció en diciembre, al afirmar que la cadena nacional "Es la única manera que tenemos de que la gente se entere de lo importante". De modo que 13 cadenas nacionales en poco más de tres meses no debieran sonar a récord.

Con todo, muchos se quejan de que tanta cadena nacional con anuncios de gestión pueda terminar funcionando como una campaña electoral adelantada. Es que, según la ley, la campaña electoral no debe iniciarse con anterioridad a los 35 días previos a la fecha del comicio. Y, como se sabe, las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias para elegir presidente se llevarán a cabo el 9 de agosto, por lo que el comienzo de la campaña electoral fue fijado para el 10 de julio (o sea, recién dentro de tres meses).

Admitamos que, en definitiva, la difusión de tantos actos que muestran un gobierno activo, próspero y comprometido funciona a la manera de una campaña "encubierta". La pregunta final sería entonces en favor de quién la hace. ¿Para Daniel? ¿Para Florencio? ¿Para Axel? ¿Para Aníbal? ¿Para Máximo?

¿No será acaso que estas cadenas son apenas los primeros eslabones de la larga campaña "Cristina 2019"?
*Doctora en Lingüística. Directora de la Maestría en Periodismo de la Universidad de San Andrés
Fuente: Diario Perfil

Papel Prensa: Lidia Papaleo revela otras amenazas que recibió en 1976

Posted: 12 Apr 2015 12:04 PM PDT

Lidia Papaleo, viuda del dueño de Papel Prensa, revela al Herald otras amenazas que recibió en 1976
Por: Luciana Bertoia y Sebastián Lacunza, @sebalacunza@lucianabertoia
Lidia Papaleo es la viuda de David Graiver, el dueño de la fabrica de papel de diarios más importante del país. Graiver murió en un accidente de avión el 6 de agosto de 1976.
En conversación con el Herald, dijo que no creía que el juez Julián Ercolini esté decidido a seguir adelante con la cusa.

Entre 1976 y 1977, la empresa fue adquirida por los diarios Clarín, La Nación y La Razón, que, según testimonios y documentos presentados en la corte, se ve de forma positiva por la dictadura.

Papaleo y otros miembros del llamado Grupo Graiver fueron secuestrados y torturados en marzo de 1977 cuando aún no había finalizado la compra de la empresa.

Un tribunal de apelaciones tendrá que decidir esta semana si la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble; el CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto y el director de La Nación, Bartolomé Luis Mitre; deben ser citados a declaración indagatoria en el marco de delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar.

La psicóloga, Lidia Papaleo dio la bienvenida al Herald en su oficina ubicada en el barrio de la Recoleta, donde reveló que Clarín y La Nación no eran los únicos que estaban deseosos de apoderarse de los negocios de David Graiver. También reveló fundador de La Opinión, Jacobo Timerman; el padre del canciller Héctor Timerman, le advirtió que iba a terminar como Marcos Satanowsky*.

¿Tiene esperanzas de que se destrabe la investigación de Papel Prensa?
Sí. Que la Cámara Federal haya pedido que el juez Julián Ercolini especifique porqué no cita (a declaración indagatoria al director de La Nación, Bartolomé Mitre, y a los dueños de Clarín, Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto) me parece importante. Con este nuevo fiscal (Leonel Gómez Barbella) tuve esperanzas pero no es suficiente porque Ercolini contestó negativamente al pedido de indagatoria en menos de 12 horas. Me parece que la gente no entiende muy bien cuál es la historia de Papel Prensa. Este país no tenía papel propio y durante más de treinta años lo tuvo un monopolio que dirigió todo desde ahí. Si vos no tenés el insumo (para hacer un diario), no podés ser libre. Ésa es la clave

¿Tiene alguna expectativa con Ercolini?
Hoy en día, no; antes, sí. Yo declaré seis horas y media en junio de 2013 y él no estuvo presente.

¿Si la causa no avanza antes de diciembre, cuando cambia el Gobierno, teme que quede en el olvido?
Yo viví 30 años con miedo. Renuncié al miedo porque si no, mi cuerpo no resiste. No tengo miedo de que esto se termine. Supongamos que gana las elecciones Macri, yo no tengo duda de que no va a estar de acuerdo con que siga el juicio de Papel Prensa. Pero acá hace años que el país ha avanzado en la identidad y eso no se puede frenar. La lucha por la identidad no se frena.

El juez Ercolini se refiere al caso como si fuera un delito económico. ¿Es eso para usted?
Delito económico, sin duda. Pero no es lo importante. El delito económico existió porque previamente hubo uno de lesa humanidad. Todo el mundo sabe que no se cobró nada. Con los números podemos estar veinte años. Pero es un delito de lesa humanidad

¿Le parece que la reactivación de la causa Papel Prensa fue funcional al gobierno después de la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2009 y la intensificación de la disputa con Clarín?
Yo creo que, sin duda, el Gobierno está altamente interesado y comprometido en este tema. Tendría que resolverlo lo antes posible. La relación del gobierno conmigo es a través de Papel Prensa y es correcta. Yo soy la heredera natural de esto al igual que mi hija (María Sol). La actitud del gobierno de Néstor Kirchner con Magnetto no es igual a la de Cristina. Según me relató el propio Néstor Kirchner, le dijo a Magnetto que la Presidenta no iba a responder a sus pedidos. (Demandar a los gobiernos) es lo que hizo Magnetto toda su vida, alguien lo puso ahí para que lo haga. Mi marido no era coherente con eso y, por eso, lo mataron (murió cuando un avión privado se precipitó a tierra en México, en 1976). Dos años después de que salí de la cárcel (en 1982), fui a estudios jurídicos importantes y ninguno me quiso atender. Nunca pude hacer nada hasta que en 2010 tengo la entrevista en la quinta presidencial primero con Néstor y luego ingresó la Presidenta. Después fui a ver al (entonces secretario de Comercio) Guillermo Moreno, quien me dijo que no tuviera miedo, que el me garantizaba que no me iba a pasar nada.

¿Qué responde a los argumentos de Clarín y La Nación de que fue una compra normal, que la familia recibió una indemnización en los tiempos de Raúl Alfonsín y que resurgió el tema cuando el gobierno lo necesitó?
Los diarios nunca pagaron nada porque ni siquiera tenían la plata para pagar, según me explicó (el colaborador de David Graiver Rafael) Ianover. Eso está comprobado. Además, había muchos bienes que tenían que ver con Papel Prensa. Creo que en esto hay muchas manos que se quedaron con todas estas cosas. A David lo mandaron a matar y siempre culpo a Magnetto. A "los Magnetto" de la Argentina, a los que representan la oligarquía, que tuvieron ayuda de afuera.

¿Quiénes fueron los ejecutores?
Yo creo que la mano de obra la compraron afuera. David para en dos lugares. El último es Houston. Ahí le rompen el altímetro del avión.

Una vez reactivada la causa en 2010 ¿Cómo fue su contacto con los Saguier, actuales accionistas principales de La Nación?
Moreno nos lleva a una asamblea de Papel Prensa. Cuando me senté dije que no esperaran que hablara de temas económicos, que yo estaba en esta historia porque había sido una historia de amor y lo seguía siendo. Cuando salimos, nos gritaron, hubo mucho altercado. Se me acercó ahí este señor (Julio) Saguier. Le di mi celular porque yo conocía a su padre, que había sido intendente radical y me había parecido una persona correcta. Nos encontramos una vez en el hotel Alvear y, en ningún momento, me hizo ninguna oferta. Sí me preguntó por la relación con mi hija, sabía que los problemas habían empezado en 2007. Se ve que tenían mucha información.

¿Después de esta reunión es que su hija María Sol firma ante un escribano que no tiene nada para reclamar?
Claro. En ese momento también el hermano de David (Isidoro) sostiene que nos habían amenazado para efectuar la venta a precio vil, que nos habían perseguido. Dice la verdad, pero un poco después dijo todo lo contrario desde Londres. Por suerte, tengo entendido que hay testimonios grabados de cómo ha mentido. En el caso de mi hija es distinto. María Sol tenía un año y medio cuando muere su padre. Ella dice que el tío le dijo que todo había sido bien hecho y que ella hacía tres años que no tenía nada que ver con la familia Papaleo. Yo no veo a mi hija ni a mis nietos desde hace ocho años. La Justicia me ha maltratado de toda las maneras posibles, teniendo dictámenes favorables de peritos. Yo tengo que cumplir con lo que me prometí desde que volví a la Argentina después de la muerte de David.

En la reunión con Saguier, ¿trataron otro tema además de generalidades?
Me preguntó por mi buena relación con Moreno. Luego dijo lo que dijo, que es absurdo, con lo que demostró que no tiene nada de la conducta de su padre. (Julio Saguier denunció que Lidia Papaleo le dijo que el Gobierno le había pagado dos millones de dólares para reactivar la denuncia)

Usted entabló una batalla judicial con María Sol y su yerno, el juez de Instrucción Pablo Ormaechea (designado durante el mandato de Cristina Fernández), para poder ver a sus tres nietos Hasta ahora no tuvo éxito ¿Cree que la negativa de la Justicia es parte de un revanchismo ideológico?
Sin duda. Una vez, un amigo me dijo "vos sos una víctima de la política". Es cierto. Yo me considero una víctima de la política.

¿Hubo una reunión a fines de los '90 con Luis Emilio Mitre, hermano de Bartolomé, en la que aquel se mostró muy consternado por el despojo de Papel Prensa, como relató días atrás la expareja Tomás González?
Yo nunca estuve en esa reunión.

¿Por qué cree que surge ese testimonio?
Por una guerra familiar. La familia Mitre, sobrinos, hermanos, están peleados, se acusan de cosas.. Todo por dinero.

Además de los dueños de Clarín y La Nación por usted denunciados ¿Hubo algún otro empresario periodístico que la amenazó de muerte para que vendiera acciones de empresas de su marido?
Sí.

¿Antes de la reunión en el edificio de La Nación con Magnetto, Bartolomé Mitre y los demás en noviembre de 1976?
Sí, pero fue distinto. No es que me amenazó de muerte pero (el entonces director de La Opinión, Jacobo) Timerman me preguntó si conocía el caso Satanowsky (el abogado Marcos Satanowsky pugnaba por la propiedad del diario La Razón y fue asesinado en 1958). Me dijo que me iba a pasar lo mismo si yo no entregaba las acciones del diario. Yo era tan ingenua que puse las acciones en un sobre y se las di a un amigo que vivía en La Plata.

¿En qué circunstancias exactamente Timerman le dijo esto?
Cuando yo volví a Argentina tras la muerte de mi marido, Timerman me citó en el hotel Alvear. Yo nunca había tenido ningún tipo de relación demasiado íntima con él. Me cita a desayunar y me pregunta qué iba a pasar con La Opinión, que daba pérdidas económicas y costaba una fortuna. Yo le digo que no sabía dónde estaban las acciones pero que iban a estar a buen resguardo. Pregunté, las pusimos en un sobre y se las di a mi amigo.

¿Pero Timerman no le pide que le transfiriera las acciones a él?
No. Me dice que nos teníamos que poner de acuerdo dónde tenían que estar las acciones. Él consideraba que tenían que estar juntas.

¿Le parece equiparable con lo que recuerda que le dijo Magnetto en cuanto a su vida y la de su hija si no transferían Papel Prensa?
No. A mí Timerman no me dio miedo, será porque lo conocía. Me llamó la atención que en ningún momento me dijo que lamentaba la muerte de Dudy (David). No me dijo absolutamente nada. Tuvo una actitud de un hombre de negocios.

Mencionando una muerte…
Sí. Pero era una actitud descalificante."Mirá, vos de esto no sabés nada. Estás perdida. Dame todo".

¿Cuándo empezaron las amenazas para forzar la venta de empresas de su marido?
Yo vuelvo el 16 de septiembre de 1976. Volví con mi madre y mi hija. Gente muy importante se convirtió en consejeros del horror, como el primo de (el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz) que me cita en el Plaza Hotel. Me dice que debía venderle a gente argentina que no fueran judíos. Yo sabía que él venía de una reunión con las autoridades del país. No bien volví, presenté una carta a Videla cuando empecé a recibir amenazas. Obviamente nunca me atendió. Sí tuve una entrevista con (el expresidente militar Alejandro Lanusse), que me aconsejó que le escribiera a Videla. A fines de 1976 es que firmo la transferencia en La Nación y me amenaza en forma directa Magnetto. Yo recuerdo más la mirada de este hombre que la de mis torturadores.

¿En serio?
El anteaño pasado logré con mi declaración reconocer a mis torturadores, y se quebró el secreto de muchos años que tenía el grupo de Miguel Etchecolatz. Logré que (el represor) Norberto Cozzani dijera que era verdad que habían torturado a los Graiver. Una sola de las cosas que yo dije negó que fuera cierta. Dije que cuando terminaban de torturarme, él me eyaculaba encima. Eso lo negó. Pidió que esa noche que le cerraran la celda porque lo iban a matar.

El secretario general de la Presidencia, José Rogelio Villarreal, un hombre muy allegado a Videla, reconoció que la venta de Papel Prensa fue monitoreada por la dictadura…
Sí, también en las actas que se encontraron en 2013 en el Ministerio de Defensa.

¿En qué se basaban los interrogatorios de sus torturadores?
La versión era que Perón había recibido los lingotes de oro nazis y se los había dado a José Bel Gelbard (luego ministro de Economía). Graiver supuestamente iba a seguir manejando esto. Ésto era lo que yo tenía que firmar, demostrar que los judíos tenían sojuzgado a Perón.

¿Piensa que usted y su familia fueron víctimas de la interna que existía en la Junta militar entre Videla y el marino Emilio Eduardo Massera?
El que quería tomar Papel Prensa era Massera.

Pero Videla se adelantó…
Yo creo que lo adelantaron.

El fallecido fiscal Julio César Strassera, que la interrogó y acusó en plena dictadura, dijo que usted no había reclamado por Papel Prensa y, según él, su esposo David estaba vinculado a Montoneros…
Hay mucha gente que contó por iniciativa propia que yo siempre hablaba de Papel Prensa. Yo siempre conté que el empresario mexicano Alarcón le dijo a David que Papel Prensa le iba a costar la vida.

Debe ser expropiada Papel Prensa?
No. Creo que el gobierno debe mantener las acciones necesarias para evitar que opere como un monopolio. Eso es lo que hay que hacer.
Foto: Mariano Fuchilla
Fuente: Buenos Aires Herald

*Marcos Satanowsky fue asesinado en su estudio el 13 de junio de 1957. Era el abogado de Ricardo Peralta Ramos, accionista principal del diario La Razón, quien desde hacía un año era objeto de maniobras extorsivas por parte de funcionarios vinculados al gobierno de Aramburu con el objeto de provocar su consentimiento para la venta del diario. Esto dio lugar a una causa judicial contra agentes vinculados a las altas esferas del poder militar.  Los asesinos de Satanowsky fueron enviados para exigir la entrega de documentación probatoria de que La Razón había pertenecido a miembros del gobierno peronista y, por lo tanto, estaba en condiciones de ser incautado por el gobierno de facto.

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