Con esta suba, las operadoras de TV paga acumulan un ajuste cercano al 30% de promedio en el valor del servicio que ofrecen a sus abonados durante lo que va del año.
En enero pasado, el aumento llegó al 10%. Luego, en mayo volvió a subir otro 10%. Ahora, a partir de septiembre una nueva suba del 10%.
Es decir, en lo que va del año ver películas, alguna serie o un programa de noticias ya le cuesta al bolsillo de los argentinos un 30% más que hace un año.
Como cada vez que se modifican los valores, en las empresas, las razones que se esgrimen para justificar los nuevos precios es la misma: el continuo incremento de sus costos operativos.
Es decir, el impacto que la inflación genera en sus operaciones. Y, en algunos casos, también las variaciones del dólar ya que gran parte de sus insumos son importados y, si el Gobierno lo permite, se deben abonar en la moneda norteamericana.
Ya se lo están anticipando a sus usuarios, cumpliendo con las normas que las obligan a anunciar aumentos con, por lo menos, 30 días de anticipación.
De esta forma, la TV por cable se suma a la cantidad de servicios y productos que entre enero y este mes han venido ajustando sus costos y valores al ritmo del escenario inflacionario que soporta la Argentina.
En el caso del cable, y según un relevamiento de precios, los abonos básicos se incrementarán entre $ 28 y $ 30.
De este modo, el de Cablevisión pasará de $ 307 a $ 337. En el caso de la operadora de TV paga del Grupo Clarín, los cambios llegan en momentos de un recrudecimiento de la batalla entre el holding periodístico y el Gobierno por los plazos de los planes de adecuación a la Ley de Medios.
Mientras tanto, el servicio de televisión satelital que ofrece DirecTV llegará a los $ 367 y el de Telecentro a $ 254.
Pero también serán retocados todos lo packs adicionales que ofrecen a sus clientes, como los canales HD, o los de películas.
En enero pasado, las empresas habían ajustado sus valores entre un 10% a 15%, según la compañía y el plan que cada usuario pague.
Había picado en punta DirecTV, con una suba de su abono mensual en un 13%. En ese momento, el precio promedio que pagaban sus 1,1 millón de usuarios llegaba a los $ 320 por mes.
Luego lo hizo la operadora de TV paga del Grupo Clarín, con un retoque de 10% en febrero cuando su abono mensual pasó de $ 249 a $ 274, un número lejano a los $ 138 que, según la Secretaría de Comercio Interior debe cobrar a sus 3,5 millones de clientes, teniendo en cuenta una resolución que el organismo emitió cuando estaba bajo las órdenes de Guillermo Moreno y que fue apelada por Cablevisión ante la Justicia.
El mismo camino siguió TeleCentro, que lo hizo en un 11% y cuya programación se puede ver en forma exclusiva en el Congreso, ya que la firma del ex diputado Alberto Pierri, es el actual proveedor del servicio en ambas Cámaras desde que el Gobierno dio la orden de reemplazar a Cablevisión.
Las empresas de TV paga enfrentan la competencia de las operadoras de telefonía, a pesar de que hace unos meses un fallo de la Corte Suprema de Justicia desestimó la posibilidad de que Personal, Movistar o Claro puedan brindar el mismo servicio que Cablevisión, TeleCentro o DirecTV.
El máximo tribunal de justicia del país ratificó en un fallo de junio pasado la prohibición de que el Gobierno pueda otorgar licencias de radiodifusión a las telefónicas y de que estas firmas puedan ofrecer este tipo de contenidos a sus clientes.
Sin embargo, en la actualidad algunas operadoras promocionan servicios que se asemejan a un paquete de TV paga.
La disputa se inició por una demanda promovida en 2007 por la ATVC Asociación Argentina de Televisión por Cable y las empresas Cablevisión, Multicanal y TeleCentro, y que hacía alusión a la vieja Ley de Radiodifusión que no está vigente al haber sido reemplazada por la Ley de Medios.
La demanda buscó evitar que las telefónicas presten el servicio VoD Video on Demand, que permite a usuarios de internet o telefonía bajar contenidos audiovisuales previo pago de un cargo.
Por Andrés Sanguinetti de El Cronista - Señales
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