Empezó Ambiciones


Ambiciones tenía el privilegio y la presión de contar con un elenco de lujo.

Susú Pecoraro, Carlos Belloso, Antonio Birabent, Gloria Carrá, Fernán Mirás, Celeste Cid, Joaquín Furriel, Roberto Carnaghi y Thelma Biral.

Afortunadamente, ya en este primer episodio cada uno tuvo su momento y los perfiles fueron bien definidos.

La historia se mete dentro de lo más oscuro de una familia. A partir de la muerte del padre, los dos hermanos comienzan una inescrupulosa puja por la sucesión de la empresa familiar.

El primer enfrentamiento está dispuesto entre Susú Pecoraro y su hermano Antonio Birabent. De todas maneras, el giro más vertiginoso lo aporta Fernán Mirás en el papel de un hijo no reconocido con problemas mentales y por lo tanto, heredero de su fallecido padre.

Susú lo quiere de su lado en las tratativas y se lo lleva a su casa junto con su amiga también discapacitada (Celeste Cid).

El final del capítulo sorprendió ante el rotundo giro de suspenso y dejó alta expectativa hacia el segundo episodio.

El buen guión y los grandes actores encuentran el mejor contexto en una estética moderna aunque por ahora algo lejos de la transgresión visual de Resistiré.

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