Una nueva playa

📍 Altomundo

Mar de Cobo se convirtió en una de las playas favoritas de la costa atlántica.

Con una ocupación en verano del 95%, mayoritariamente de casas y duplex porque apenas hay una hostería y dos posadas, este enclave a 30 kilómetros al norte de Mar del Plata se consolida como destino para disfrutar de las vacaciones

Mar de Cobo se consolida como destino de descanso en medio de la naturaleza, pero cerca de Mar del Plata.


Ahí mismo, donde ahora hay sombrillas y gazebos armados a menos de un metro y medio de distancia entre unos y otros, hasta hace unos pocos años la arena libre abundaba y los visitantes eran felices exploradores de playas desiertas y tranquilas, alojados en casas cercanas y modestas entre verdes con aires de campo y con opciones para hacer las compras que se contaban con los dedos de una mano.

La expansión del turismo primero, la pandemia que reclamó espacios menos concurridos después, coincidieron durante estos últimos años para potenciar localidades balnearias pequeñas y menos conocida para convertirlas en destinos “sold out”. 

Mar de Cobo, a cinco kilómetros al sur de la más famosa Mar Chiquita y a unos 30 al norte del enorme conglomerado que es Mar del Plata, se coló definitivamente este verano entre las plazas favoritas de la costa atlántica. 

A la par de La Caleta, otra localidad balnearia lindera que hasta hace una década también se vivía como un oasis distante de las playas más populosas de la zona.

Ambas geografías son protagonistas durante la última década de una singular transformación a partir del crecimiento en cantidad y calidad de su oferta inmobiliaria, así como también con residentes permanentes en alza, en particular por el desplazamiento de marplatenses que encontraron allí tierras a mejor precio, siempre cercanas al mar y a menos de 20 minutos de la playa Bristol.

Un verdadero fenómeno es el que se vive en esta franja de costa hasta el límite con Santa Clara del Mar. Cada rincón logró ocupación plena durante el verano pasado, tanto en casas de familia como dúplex y cabañas, rubro este último que no para de crecer.

A Mar de Cobo se llega por Ruta 11 y tiene un casco urbano donde, a raíz de este desarrollo reciente, es constante la apertura de nuevos comercios de distintos rubros. En particular los que apuntan al mercado turístico. 

Desde restaurantes hasta cervecerías. A la par se desnudan algunas falencias, vecinos se han quejado por problemas con algunos suministros, agua en particular y falta de médicos en la sala sanitaria municipal.

Fue hasta hace poco un paraíso para los que buscaban ambientes desolados para sentirse dueños del mar. Hoy los balnearios están casi tan concurridos como uno de grandes ciudades y permiten encontrar en un mismo espacio a los que solo van por sol y mar, a pescadores con sus cañas desde la costa o escolleras y surfistas, olas adentro. 

Además existe un corredor con acceso a vehículos de doble tracción, que se extiende casi hasta Mar Chiquita. Cada fin de semana no tiene demasiado que envidiar a esa suerte de concesionaria de camionetas 4x4 a cielo abierto que son los paradores del norte de Pinamar.

El destino tenía mínima popularidad. Algunos lugareños cuentan que quien aportó a su promoción fue Mirtha Legrand, que desde su mesa de almuerzos televisados solía recordar que lo que hoy es la Plazoleta "Daniel Tinayre (h)" es producto de una donación de tierras que pertenecían a su hijo.

Aunque ya no con frecuencia, siempre que pudo visitó el lugar durante sus veraneos en la costa.

Daniela Barbeito, que administra propiedades en alquiler y a la fecha no solo confirma que enero trabajará a capacidad completa sino que no le queda nada en vidriera para febrero, salvo alguna reserva que se suspenda a última momento. Publicamos en redes y a los cinco minutos está ocupada, contó.

En Mar de Cobo hay una hostería y dos posadas. Comerciantes históricos de esta localidad reconocen que semejante cambio en el volumen de turistas que llega durante la temporada hace que se les escape de las manos la capacidad de atención, así como la disponibilidad de mercaderías.

De hecho, durante el último año, algunos de ellos han avanzado con ampliaciones para contar con depósito y más espacio para recibir a los clientes.

Por La Nación

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