Bodegon escondido

📍Altomundo

Un bodegón de la Ciudad que vende platos abundantes y económicos.

Este bodegón se trata de una de esas joyitas escondidas de CABA que logran unir lo mejor de la tradición con la necesidad actual de cuidar el bolsillo.


En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde la oferta gastronómica parece no tener fin, aún sobreviven lugares que mantienen viva la tradición del bodegón porteño. Porciones abundantes, precios accesibles y un ambiente familiar que remite a esos almuerzos de domingo de antaño. 

Un restaurante ubicado en el corazón del barrio de Caballito se destaca por sus precios económicos, la calidad y la generosidad de sus platos.

Se trata de Pujol Restobeer, un bodegón moderno que respeta la esencia de la cocina casera y que se ha convertido en un secreto bien guardado para quienes buscan comer bien sin gastar de más.

Pujol Restobeer ofrece platos principales desde los 6.000 pesos, una cifra que llama la atención en un contexto donde la gastronomía está cada vez más asociada a precios altos. Pero no se trata solo del precio, las porciones son generosas, al punto que muchos platos pueden compartirse sin problema entre dos personas.

El restaurante cuenta con una carta amplia y variada, que supera los cien platos caseros elaborados al momento. Ahí conviven recetas tradicionales argentinas con algunos guiños a la modernidad, pero siempre respetando las bases de la cocina porteña, milanesas gigantes, pastas artesanales, parrilla y postres XXL son los grandes protagonistas del menú.


Pujol Restobeer está ubicado en Avenida Gaona 1602, pleno barrio de Caballito, una zona que en los últimos años ha sabido posicionarse como un polo gastronómico dentro de la ciudad. A diferencia de otros barrios más concurridos por turistas, como Palermo o San Telmo, Caballito conserva un perfil más barrial, lo que se refleja en este tipo de propuestas donde todavía es posible encontrar buena comida, porciones abundantes y precios razonables.

Quienes opten por el transporte público pueden hacerlo a través de las líneas de colectivo 80, 86 y 99. También es accesible mediante la línea A del subte, descendiendo en la estación Primera Junta. Para quienes elijan acercarse en auto, en las inmediaciones del local hay disponibilidad de estacionamiento, lo que facilita la visita a quienes se acerquen desde otras zonas de la ciudad.

El fuerte de Pujol Restobeer está en la abundancia y la variedad. Su carta está pensada para todos los gustos y momentos del día. Por eso, además de las clásicas milanesas gigantes (un emblema del bodegón porteño que aquí se respeta a rajatabla), también ofrece una amplia variedad de pastas caseras, parrilla y menús del día que permiten comer bien y barato durante la semana.

Las milanesas son, sin dudas, la estrella de la casa. Se sirven en versiones napolitana, suiza, a caballo o con guarniciones a elección, y todas comparten un denominador común, la generosidad. Es habitual que una milanesa venga acompañada por una porción de papas fritas que tranquilamente podría alimentar a dos personas. Este espíritu de compartir la mesa es parte de la identidad del bodegón argentino, donde la comida no solo es alimento, sino también excusa para el encuentro.

Pero la propuesta no termina ahí, el menú incluye desde bastones de muzzarella, provoleta a la parrilla, empanadas caseras y rabas, hasta ensaladas frescas y platos de pastas con salsas tradicionales, como fileto, bolognesa o cuatro quesos.

Los cortes de carne a la parrilla tampoco faltan, entraña, vacío, asado y bondiola completan una carta que parece diseñada para satisfacer todos los antojos.
Cuál es el menú del día y promociones accesibles

Otro punto fuerte de Pujol Restobeer es su menú del día, pensado especialmente para los trabajadores y vecinos de la zona que buscan un lugar donde almorzar bien, sin gastar de más. De lunes a viernes, la propuesta incluye plato principal, bebida y postre a un precio muy accesible, algo que en otros restaurantes de la ciudad se ha ido perdiendo con el tiempo.

Gracias a esta política de precios y a la calidad constante de sus platos, el bodegón se consolidó como una opción muy buscada tanto por familias, como por oficinistas, vecinos del barrio y grupos de amigos que se reúnen a disfrutar de una comida abundante y sin sorpresas en la cuenta final.

Por IProfesional

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